lunes, 14 de julio de 2014

De noche cuando... tenía que ser de día



- Criselda, ¿Cuéntanos una historia?
….Hace muchos años, cuando era pequeñica mi madre me contó un hecho real que sucedió en el año 1905, una tarde del 30 de agosto.
Mi madre y las vecinas del barrio estaban en una replaceta a la sombra. Conversaban de sus cosas a la vez que se entretenían en sus labores, unas hacían bolillos, otras sacaban muestras de puntillas, también remendaban pequeños rotos en blusas y calzones. Los niños jugueteaban por la calle. El calor era muy intenso, no corría ni una voladica de aire.
Pasadas las seis de la tarde, el sol se fue apagando paulatinamente y dejó de brillar, la oscuridad apareció y se hizo de noche.

Los pájaros repetían cantos estrepitosamente mientras buscaban sus nidos, los gatos corriendo en busca de la gatera, las gallinas aleteando hacia el corral, los perros ladraban asustados.

Oficios Perdidos, El Barbero


Son las cinco de la tarde, miércoles, por la calle Larga nos dirigimos al Cerrito en busca de la calle El Sol, Juan Boné no espera en el portal de su casa, hace unos años era “La casa del barbero”.
Nos sentamos en un banco de piedra, a Juan lo tenemos en el medio, hablamos del tiempo, una nube gris avecina tormenta, caen las primeras goticas; pero el alero del tejado hace de paraguas natural  y nos resguarda a los tres.
Desde El Cerrito se contemplan bonitos rincones adornados de geranios y parras que trepan por las fachadas, las calles están tranquilas, algún gato se pasea sigilosamente, el silencio es inminente.