"Entre sendas y caminos"
Domingo 27 de enero
de 2013, 09:00 h de la mañana. Muy
puntuales, nos reunimos todos en la fuente de la iglesia, resultado final:
dieciocho senderistas. Después del
viento y frío de estos días, hoy el tiempo nos ha dado tregua, la mañana
amanece soleada y con 5˚de temperatura.
En dirección a
Alcalá de la Selva, nos trasladamos en coche hasta el depósito del agua
municipal, evitamos caminar por el asfalto, dado el tránsito de turismos que
suben a las pistas de Valdelinares.
De camino a la
fuente del Berro, antiguo camino de Los Salabrosos, dejamos a nuestra izquierda
El Batán, antigua fábrica en la que se
abatanaban las mantas. Los Tintoreros, lugar
donde se tintaba la lana, se hacía el hilo y se tejían mantas. Trabajaban unas
diez personas. Molino El Alto, molían
trigo, avena y maíz. Antiguas fábricas que se remontan al siglo xv, en otros
tiempos fueron importantes industrias.
En la fuente del
Berro, bebemos agua y llenamos las cantimploras, el agua es clara y fresca, el
caudal ha aumentado después de un verano tan seco.
Tras las marcas del sendero
local, ascendemos por una senda que nos lleva a la Ermita de La Magdalena. El
camino transcurre entre pinos y arbustos, encontramos pequeñas artigas en las
que aún se sostienen las paredes. En lo alto de la cumbre, observamos curiosos
los restos de las trincheras de la Guerra Civil; aún en pie las ventanas por
donde las ametralladoras disparaban al otro frente.
En el pórtico de la
ermita de La Magdalena acampamos, 10:30h, siglo
XIV estilo gótico Mediterráneo, estupenda hora para almorzar. Las boticas
de vino van de mano en mano, con un buen trago de vino el almuerzo sienta mucho
mejor. Un buen café y dulces a demanda; para eso nos llamamos Los
Lamineros.com.
Levantamos el
campamento, 11:00h, nos hacemos un retrato del grupo mientras contemplamos una
bonita estampa del barrio de Los Salabrosos.
El sector vacuno
abunda en esta zona, vallas y porteras encontramos a nuestro paso, abrimos y
cerramos. Descendemos por una pequeña cascada, ahora sin agua, en la cantera
buscamos con los pies escalones naturales para apoyarnos y no caernos. Los
primeros ayudan a bajar a los que vamos después.
El barranco es abrupto
y con muchos matorrales, predominan nuestras amigas “las cariñosas”: Las
aliagas. Por una senda y atravesando campos de cereal, nos acercamos a la masía
de La Fuen Lozana. Muy afaenados nos encontramos a los dueños podando los
árboles frutales. Los patos avisan de nuestra presencia y los cordericos que se
han quedado en el corral no paran de balar. Nos despedimos y seguimos en
dirección de la masía del Azotejo. El camino sigue en ascenso, a nuestra
derecha en el barranco, el nacimiento del agua
La Fuen Lozana.
La masía del Azotejo
no está sola, una cuadrilla de terneros nos miran sorprendidos, organizan filas
y permanecen en “stand by” mientras los fotografiamos. Al lado derecho, el
pantano del Azotejo, una capa de nieve cubre el suelo, la maquinaria oxidada
nos hace memoria que en otros tiempos tuvo buen funcionamiento.
Los más atrevidos,
descienden por el barranco entre zarzas y arbustos, los demás, desandamos lo
andado por una senda de cabras hacía el nacimiento de la Fuen Lozana. Brígida sufre una pequeña
caída y se agarra en una “cariñosa” aliaga.
Las espinas se distribuyen por los dedos de su mano izquierda, aquí es cuando
nos toca intervenir quirúrgicamente. Con pinzas y navaja extraemos las espinas,
desinfectamos con mercromina que nos proporciona Miguel, según Ramón caducó en 1937.
Humor no nos falta.
Descansamos y
bebemos agua del nacimiento, 13:30h, manantial que suministra agua a nuestras
casas y riega nuestros campos. Oímos rebuznar a una burra y a su cría,
corretean contentos al vernos pasar.
Retornamos a La Fuen
Lozana, descendemos por la senda que transita Teodoro con sus ovejas, en este
lugar se hallan los restos de la antigua central de electricidad que abastecía
a Mora en otra época. Una vez abajo, nos adentramos en un barranco
impresionante, con una cascada y unas pozas; se llama el salto de La Luz.
El suelo está
resbaladizo, hace que Miguel de un traspié y varias vueltas, Ester ha tenido
menos suerte al caer en una de las pozas repletica de agua. Nuestro ingenio
busca recursos, un chubasquero servirá de pantalón, el que no lleva calcetines
en la mochila lleva un camiseta, así que el problema está solucionado.
14:30H, llegamos al
Mas de Alcañiz, desde aquí se contempla una bonita vista de Javalambre. El
comedor lo encontramos en la era resguardados en la pared del corral. Comemos
con buen apetito, nuestros víveres hacen el circuito y así los compartimos, hoy
como es domingo degustamos un exquisito vermut de Valdetormo. Chistes y
anécdotas van surgiendo haciéndonos reír, con este ambiente las cabras montesas
siempre las vemos a lo lejos.
15:30h, recogemos
nuestros bártulos y por la orilla de un bancal llegamos a la masía de Las
Camarillas. Un caballo pardo curiosea desde la puerta del corral. Seguimos
calleja abajo pasando por El Molino el Alto, tras pasar la masía La Balsa nos
encontramos con la masía Los Tintoreros, hablamos con Pepe “Tintorero” mientras
sus perros nos saludan amistosamente. Cruzamos el río saltando de piedra en
piedra, a nuestra derecha, El Batán y El Mas de Ramo. En el camino a la
izquierda se hallan las paredes de una antigua venta, en tiempos pasados daba
posada al caminante. A pocos metros, el depósito del agua, 16:30h, aquí finaliza
la excursión, unos 17 km, pero no la tarde de domingo. De nuevo nos vemos en el
bar del Escalón, tomamos un refresco y disfrutamos viendo la final del mundial de balonmano, victoria para España.
Nos despedimos y nos
vemos el 17 de febrero en Sarrión.
Un
saludo
Mora de Rubielos, 5 de febrero de 2013
A.D. Peñarroya de Montañismo.
Pili Ventura Catalán
Esta redacción la presenté en el libro de fiestas de Mora de Rubielos 2013.
ResponderEliminarHola Pilar
ResponderEliminarHe visto la publicación en el programa y ya hace tiempo que quiero hacer esta vuelta, tienes el track?
Lo puedes compartir?
Gracias
Juan Julio
es.wikiloc.com/wikiloc/user.do?name=jjbuscasenda&id=246032