viernes, 19 de septiembre de 2014

Excursiones de Montaña



Entre Valbona, Cabra y Mora

Otro domingo más nos reunimos en la Fuente de la iglesia para compartir lo que nos gusta; caminar por sendas, caminos y barrancos, disfrutar de la Naturaleza.
9 horas de la mañana, 6 grados de temperatura y 20 montañeros, una buena ecuación para comenzar el día.
Las campanas de la torre nos marcan el paso subiendo la rocha de La Cuba, pocos son los vecinos que encontramos en el barrio. La mañana es fría, no hace viento y el sol  va animando con sus rayos.
Dejamos el asfalto y ascendemos por un camino que nos lleva a la ermita de Santa Bárbara, los mayores lo conocen como El Calarizo de Sta Bárbara.  Antiguamente existían varias caleras en esta zona dada la abundancia de la piedra de “calar”, piedra caliza. Esta piedra mediante un proceso de cocción y de forma artesanal,  se transformaba en cal, sustancia blanca, alcalina, utilizada para enjalbegar las fachadas de las casas, desinfectar y para material de obra.
Ahora solo quedan los restos de estas caleras, a principios del siglo XX su utilización fue importante y suponía un pequeño incremento económico para más de una familia.

Desde la ermita se contempla una vista de Mora y alrededores, espectacular, esta pequeña iglesia sufrió un gran deterioro durante la guerra civil, los que la conocen dicen que nunca se terminó de construir.

lunes, 14 de julio de 2014

De noche cuando... tenía que ser de día



- Criselda, ¿Cuéntanos una historia?
….Hace muchos años, cuando era pequeñica mi madre me contó un hecho real que sucedió en el año 1905, una tarde del 30 de agosto.
Mi madre y las vecinas del barrio estaban en una replaceta a la sombra. Conversaban de sus cosas a la vez que se entretenían en sus labores, unas hacían bolillos, otras sacaban muestras de puntillas, también remendaban pequeños rotos en blusas y calzones. Los niños jugueteaban por la calle. El calor era muy intenso, no corría ni una voladica de aire.
Pasadas las seis de la tarde, el sol se fue apagando paulatinamente y dejó de brillar, la oscuridad apareció y se hizo de noche.

Los pájaros repetían cantos estrepitosamente mientras buscaban sus nidos, los gatos corriendo en busca de la gatera, las gallinas aleteando hacia el corral, los perros ladraban asustados.

Oficios Perdidos, El Barbero


Son las cinco de la tarde, miércoles, por la calle Larga nos dirigimos al Cerrito en busca de la calle El Sol, Juan Boné no espera en el portal de su casa, hace unos años era “La casa del barbero”.
Nos sentamos en un banco de piedra, a Juan lo tenemos en el medio, hablamos del tiempo, una nube gris avecina tormenta, caen las primeras goticas; pero el alero del tejado hace de paraguas natural  y nos resguarda a los tres.
Desde El Cerrito se contemplan bonitos rincones adornados de geranios y parras que trepan por las fachadas, las calles están tranquilas, algún gato se pasea sigilosamente, el silencio es inminente.

miércoles, 21 de mayo de 2014

El ocaso de la vida pastoril




Hasta las profundas transformaciones sufridas por el mundo rural durante los años sesenta, los pastores eran contratados por los masoveros (medieros) para cuidar el ganado de las masías; éstos les proporcionaban alojamiento y corrían también con los gastos del jornal y manutención, independientemente de que el ganado fuera propiedad del amo de la masía o de ambos.